Anfitrión con barril Fontanini 12 cm

Loste tiene un significado muy profundo en el pesebre: es la encarnación del Mal y del Diablo. El demonio siempre se ha presentado a los hombres disfrazado: su objetivo es atraerlos hacia el mal sin que se den cuenta, y manifestarse sólo cuando la tarea está cumplida. En el belén, el anfitrión atrae a la gente a la hospedería y allí, en medio de la embriaguez del vino y la comida, adormece sus conciencias y les impide darse cuenta de que un poco más allá, el Hijo de Dios sale a la luz, dando vida al mayor misterio de todos los tiempos.